SEMANA 18 - 5toC - Seño Rosa

 SEMANA 18 –

 

5to. A – Seño Rosa

28/6/21 al   2/7/21

MODALIDAD VIRTUAL                                                                 PRÁCTICAS DEL LENGUAJE

 

CONTINUAMOS CON “MITOS Y LEYENDAS DE LA ARGENTINA”

AUTORA: IRIS RIVERA

LEEMOS: LA VIUDA

 

 

 

Iris Rivera

La Viuda

Leyenda argentina

Ilustrado por Gerardo Baró

 

 

Leer el siguiente relato:



LA VIUDA:

 


—Yo no creo en esas cosas —dijo don Vargas empinándose el vaso de

ginebra.

—Y eso, a La Viuda, ¿Qué le importa? ¿O piensa que ella se les aparece

a los que creen, nomás?

Así le contestó Rosendo, el dueño del bar.

—No, si ya sé —dijo don Vargas—. No me va a querer contar de nuevo

la historia del gaucho que iba por la quebrada.

—¿Y qué? Aunque no se la cuente, el gaucho iba. Y La Viuda se le subió

en ancas.

—Sí, claro... mientras que galopaba se le subió. ¡Por favor!

—Y sí. ¿O se piensa que La Viuda saca la mano como el que para el

colectivo? Cuando se quiso acordar la tenía atrás. Toda de negro y la cabeza

tapada.  Toda huesuda como es... ¡hasta el caballo tembló!

—Bah... bah... ¿no era pasada la medianoche?

—Pasadas las doce, sí.

—¿Y cómo la vio el gaucho a La Viuda, oiga? Toda de negro y noche

cerrada. ¿O a la quebrada le pusieron alumbrado ahora?

—Noche cerrada, no. Noche de luna debía ser.

—Debía ser... debía ser... Ya está inventando ¿ve? Y más que eso habrá

inventado el que se la contó a usté.

—El que me la contó es el propio gaucho.

—Ah, bueno... así que el hombre vivió para contarla. ¡No me diga!

—Y aunque no le diga, vivió.

—¿Y cómo hizo, a ver?

—¿Cómo hizo? Vivió porque sabía.

—¿Y qué es lo que sabía ese gaucho mentiroso, diga?

—Que la tenía que entretener. Que si quería salvarse la tenía que entre

tener.

—¿Entretener a La Viuda? Caray... ¿y es fácil?

—¡Qué va a ser fácil! Bien difícil, es. El que la ve no para de temblar. Y

al final, no cuenta el cuento.

—¡Juá juá! Temblando la entretuvo, el gaucho, entonces...

—Temblando y no sé cómo. La cosa es que llegó vivito al alba.

—No sabe cómo ¿ve?  Repite lo que no sabe.

El Rosendo ya estaba con ganas de mandarlo a freír tortas.

—A usté no hay cosa que le venga, amigo —dijo—. Si no sé... porque

no sé. Y si sé... porque invento. Paguemé la ginebra y buenas noches.

—¡Epa, epa! Se puso nervioso ahora. Pongalé que le acepto que el gaucho

vivió hasta el alba. Y con eso ¿qué?

—¿Cómo qué? Con el alba, La Viuda desaparece.

—Ah, bueno... ¡sólo eso me faltaba oír!

Don Vargas tiró un billete sobre el mostrador, le dio la espalda al Rosendo

y, cuando llegó a la puerta, soltó tal carcajada que despertó al borracho de la

mesa del fondo. El Rosendo lo maldijo entre dientes mientras don Vargas

subía a su auto viejo. Y se fue.

Que La Viuda persigue a los hombres, a ciertos hombres, eso es lo que se

dice. Y también que disfruta de espeluznarlos hasta que la mata de espanto.

Que los espera en los caminos, en los puentes. Cuando vuelven a deshoras

porque se quedaron por ahí chupando alcohol y engañando a la mujer.

La Viuda es una esposa muerta. Pero no cualquier esposa. Tiene que

ser que haya muerto de odio y dolor por traición de su hombre. Y que haya

firmado contrato con el diablo.

Su venganza empieza por el marido, apenas ve que se va a vivir con la

otra. Lo persigue y lo horroriza hasta que lo enferma. Hasta que la otra lo

abandona. Y después se le sigue apareciendo y lo va secando, lo seca a fuerza

de espantarlo. Y queda seco ahí. Seco.

Después se empieza a dedicar a otros infieles, a los maridos de otras

engañadas. Busca a una víctima y ya no la deja. Porque el contrato con el

diablo dice que La Viuda no se satisface nunca. Que no se acaba nunca de

vengar.

—Esta noche vuelvo tarde —le dijo don Vargas a su mujer—. No me

esperés despierta, no hace falta. Dormí tranquila nomás.

Lo que no le dijo fue lo de la chinita de la estancia de Barbosa que desde

hacía unos meses iba hasta la tranquera cuando había luna. No le dijo que lo

estaba esperando con el oído largo para pescar el ruido del motor. Eso no se lo

dijo, pero fue. Y estuvo con la chinita y a la vuelta paró en el bar del Rosendo

a tomarse unas cañas y a fumar. A fumar solo, sin hablar con nadie, y con

media sonrisa debajo del bigote por la forma tan fresca de engañar a las dos.

Hacía rato ya que unas nubes espesas habían tapado la luna y, por

momentos, rodaban truenos lejanos.

Eran pasadas las doce cuando Don Vargas se levantó. Le hizo un saludo

al Rosendo tocándose el sombrero y rumbeó para el auto estacionado en la

puerta. El Rosendo le respondió con una mueca.

Don Vargas tenía que atravesar todo el valle para llegar a su casa donde

la esposa dormía tranquila nomás. Dio arranque al auto y partió.

Y allá iba, entonadito y contento de sí mismo, cuando ve un bulto

oscuro al costado de la ruta. Encorvado iba el bulto, caminando. A la luz de

los faros, don Vargas pudo ver que aquello debía ser una viejita. Y él no era

hombre sin alma, no señor. Le dio lástima, a semejantes horas y con la lluvia

al caer. Pensarlo y parar el auto fue todo uno.

—Suba, abuelita, que la acerco.

Pero la viejita no contestó y siguió andando a pasos cortos.

—Mire, abuela, que se viene la tormenta...

Pero la viejita seguía cabeza gacha, pasito a paso. Y don Vargas pensó

bueno, será cieguita. O sordita más bien. Entonces alzó la voz.

—¡Eh, abuela! ¡La llevo el pueblo! ¡Se va a mojar!

Pero la anciana, nada.

A la fuerza no la puedo llevar, pensó don Vargas porque él sí que sabía

tratar a las damas, ¡que Dios te ayude, vieja loca!

Puso primera y hasta la vista. Relámpagos cruzados iluminaban los árbo

les. El redoble de truenos ya se oía sobre las copas. Don Vargas miró atrás por

el espejo y pisó el acelerador. Cuando volvió a mirar dudó de sus ojos. Ahí,

agarrada del parante de la ventanilla, estaba la abuelita. Se sostenía a duras

penas, sabe Dios dónde estaría apoyando los pies. El ancho vestido negro le

flameaba hacia atrás. El mantón le cubría la cabeza, la cara.

Si don Vargas hubiera creído en La Viuda, no paraba el auto. Pero no creía.

Cuando pisó el freno, la vieja trastabilló a punto casi de rodar por la banquina.

Don Vargas se bajó rápidamente, caballeroso, y apenas tuvo tiempo de

recibirla en brazos cuando ella se soltó. El ropón sobre la cara se corrió un

poco, pero no lo bastante.

—Vamos hasta esos eucaliptos —le oyó decir a ella con una voz más

dulce que uva madura.

Era una voz joven. Don Vargas, al oírla, comenzó a tiritar. No de frío,

no de miedo. Tiritaba. El monte de eucaliptos estaba ahí, a unos pasos. Caían

las primeras gotas cuando empezó a caminar con ella en brazos. Iba hechizado

por esa voz. Y temblaba sin poder contenerse. No de miedo, no de frío. Tem

blaba como las hojas de los eucaliptos.

—Hay un tesoro oculto entre esos árboles... y es para vos —  le oyó

decir, melosa, mientras sentía que le rodeaba el cuello en lo que parecía casi

un abrazo.

Bajo los eucaliptos lo abrazó con más ternura. Con más miel fue ajus

tando el abrazo. Un poco. Un poco más. Llovía. El mantón se le fue desli

zando y dejó al descubierto, a la luz de los faros, la cabeza.

Don Vargas quiso desviar la vista o cerrar los ojos. Quiso y no pudo.

Porque la mano firme de La Viuda lo tomó del mentón, le levantó la cabeza

que él agachaba. Y lo obligó a mirarla cara a cara. Bien de frente.

 

 

Luego de la lectura realizamos una breve síntesis

ACTIVIDADES:

1 - ¿Por qué don Rosendo se enoja con don Vargas?

2 - ¿A quiénes persigue la Viuda? ¿Por qué?

3 - ¿Por qué se le aparece la Viuda a don Vargas?

4 - ¿Qué imaginan ustedes que vio don Vargas al final?

 

 

MODALIDAD VIRTUAL                                                                   CIENCIAS NATURALES

 

COMER RICO COMER SANO

Actividades

 

3) Completa el nombre de los grupos de la Gráfica de la Alimentación Diaria y dibuja alimentos que más te gusten de cada uno:

 


 

 COMER RICO COMER SANO

 

MÓDULO 3


ACTIVIDAD FÍSICA E HIDRATACIÓN

 

Comer de todo un poco es importante. Pero, además, debemos realizar actividad física para cuidar nuestra salud.

 

 

 


 

Actividad física

 

Es cualquier movimiento que producen nuestros músculos. Cuanto más esfuerzo nos lleve y cuanto más tiempo pasemos haciendo ejercicio físico, mayor será el gasto de energía.

Jugar activamente y hacer deportes durante 60 minutos todos los días beneficia nuestra salud porque nos ayuda a fortalecer nuestros huesos y crecer, a aumentar la fuerza muscular, a prevenir enfermedades del

corazón, a alcanzar un peso saludable, a concentrarnos mejor, a aprender más en la escuela, a divertirnos y a pasarla bien con amigos.

Además, es importante que no pasemos más de 2 horas frente a las

pantallas como televisión, computadora o videojuegos.

La práctica de actividad física debe ir acompañada de una correcta hidratación.

 

¿QUÉ FUNCIONES CUMPLE EL AGUA EN NUESTRO CUERPO?


 

El agua es indispensable, no podemos vivir sin ella.

Permite que todos nuestros órganos y sistemas funcionen correctamente; forma la sangre que transporta oxígeno y nutrientes a todas las células del organismo y mantiene la temperatura normal de nuestro cuerpo.

También nos ayuda a aprovechar los nutrientes que necesitamos y a eliminar los desechos.

Tenemos que mantener un equilibro entre el agua que entra y el agua que sale de nuestro cuerpo.

Cuando nos movemos, la temperatura de nuestro cuerpo aumenta, transpiramos y perdemos más cantidad de agua. Por eso, se recomienda tomar mucha agua segura antes, durante y después de jugar o de hacer ejercicio físico. Se considera que el agua es segura cuando no contiene gérmenes ni sustancias tóxicas que puedan afectar nuestra salud.

 

 

La gráfica nos enseña que es importante tomar 8 vasos de agua segura durante todo el día.

 

 

 


 

Encerar con un círculo la respuesta correcta si la afirmación es verdadera (V) o falsa (F) y justifica tus respuestas:

 

1. Además de comer variado y equilibrado, es importante hacer actividad física todos los días para cuidar nuestra salud. V / F

2. Gasto igual cantidad de energía si camino tres cuadras que si las corro a toda velocidad. V / F

3. El agua es el principal componente de la sangre y ayuda a distribuir los nutrientes y el oxígeno a todas las células del cuerpo. V / F

4. Los mensajes de la gráfica nos recomiendan ver televisión 60 minutos todos los días para beneficiar a nuestra salud. V / F

5. Es necesario que el agua para beber sea segura. V / F

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

SEMANA 33 1A Y C-SEÑO RO - SEÑO LEA

  SEMANA 33 MARTES 12  DE OCTUBRE CUADERNO ROJO PRÁCTICAS DEL LENGUAJE Y CIENCIAS ● PARA CONOCER MÁS CUADERNO AZUL DE MATEMÁTICA BANDERA WIP...